Flan el postre de México...

Quizá sea uno de los más populares postres para la hora de la comida. ¿Quién no ha disfrutado de un delicioso flan al final de la comida? El flan ha estado presente por siglos en las mesas mexicanas, ha adornado la mesa o una reunión familiar, se ha comido en vasito individual o en rebanada y de seguro también lo has disfrutado en las fiestas infantiles o sobre pan de chocolate con el famoso CHOCOFLAN!

Es sencillo suponer que si es tan popular sea de origen mexicano, pero este no es oriundo de la tierra azteca, entonces ¿Cómo llego a nosotros? ¿de donde viene? ¿Cuántas variedades hay?

Lo primero es entender que el FLAN entra dentro de la categoría de CUSTARDS, y que no solo se come en México, si no que es un postre conocido y muy popular mundialmente.

Los custards abarcan las preparaciones a base de huevo y leche cocidos... dentro de estos tenemos también al muy famoso y cosmopolita crème brûlée, las natillas, la crema inglesa, la crema pastelera, los cheesecakes entre otros. Igualmente estos custards pueden ser salados como los quiches o ciertas cremas utilizadas para glasear o gratinar platillos. La diferencia en estos custards obviamente van relacionados a los ingredientes y sus cantidades, pero también a la manera en la que se cuecen u hornean. Mientras que todos tienen dos ingredientes comunes HUEVOS Y LECHE (o crema) los demás ingredientes pueden variar de una receta a otra así como su procedimiento. Bueno el flan pertenece a esta rama.

Ahora en cuanto a su historia, aunque todos quisiéramos que esta delicia fuera mexicanísima.. pues no. Por allí hay un dicho que reza "todos los caminos conducen a Roma", y en este caso es cierto. El dato más antiguo que se conoce sobre el flan nos remonta a ROMA, cuando en esta cultura se comienzan a domesticar gallinas y por ello se obtienen un excedente de huevos, los cuales empezaron a ser utilizados en diferentes recetas. El flan viene de allí... una mezcla de huevos, leche y miel. Conocido entonces con el nombre de TYROPATINA (vaya!!!)

Y para hacerlo más interesante te dejo esta receta escrita por Marco Gavio Apicius, un gran escritor culinario de la época de Tiberio:

Toma leche, la cantidad que calcules para este plato, mézclala con miel hasta endulzarla. Pon cinco huevos para medio litro, o si es un cuarto de litro, tres huevos. Disuélvelos en la leche hasta que se hagan una sola cosa. Cuélalo en un cuenco de barro cocido y cocínalo a fuego lento. Cuando se cuaje, espolvorea de pimienta y sírvelo.

Es hasta la edad media que esta receta se modifica y comienza a elaborarse con azúcar. Con el paso de los años esta receta fue alterándose dependiendo del país donde se elaborara, siempre en relación a los ingredientes locales de cada comunidad y civilización. Entonces adopta el nombre de FLADO... que en francés significa TORTA PLANA, derivando posteriormente en FLAN.

Con la conquista española llega este delicioso postre a nuestras tierras, siempre auspiciados por los conventos y sus monjas que nos dieron una variedad exquisita de postres y dulces, tan cotizados en esos años. El flan desde entonces tiene un lugar privilegiado en las cocinas mexicanas.

Hay variantes de este postre, esta el FLAN NAPOLITANO que lleva una mezcla de leches condensada y evaporada, a veces con queso, naranja u otro saborizante. También esta el flan de frutas de Comitán Chiapas que contiene jugo de naranja, acitrón picado, pasas y cerezas... El flan imperial favorito de Maximiliano y Carlota, el flan de almendra entre otros.

Sea cual sea la variante que ti te guste comer, no cabe duda que el flan nos ha acompañado toda la vida y merece una mención especial en este blog.

¿Y a tí te gusta el flan?

Escríbeme pronto, me encantará leerte y sobre todo dime de que temas te gustaría leer en este blog!